Innovadora, entregada, profesional, única... Todos los adjetivos se quedan cortos para definir la actuación de Madonna en el descanso de la Super Bowl porque su show fue simplemente impresionante. La ambición rubia ya lo anunciaba en rueda de prensa el sábado por la tarde: “Quiero hacer el mejor show de la Tierra. Nunca, en toda mi carrera, he preparado una actuación con tanto esmero como en esta ocasión. Estoy muy nerviosa”.
No sabemos si consiguió hacer el mejor show de la Tierra, en Twitter se está hablando de que hubo playback en algún momento complicado de la coreografía. Lo que sí consiguió, a pesar de un pequeño tropiezo en uno de los pasos, es dejar a los 111 millones de espectadores preguntándose si había sido la mejor actuación de la hisoria de la Super Bowl.
Madonna contaba con ocho minutos para montar el escenario, siete para retirarlo y doce para ejecutar el show. Comenzó cantando Vogue, vestida de romana y rodeada de gladiadores. Continuó interpretando Music y su nuevo single 'Give me all your luvin', para lo que subió al escenario a sus dos animadoras: Nicki Minaj y M.I.A. Para terminar invitó a su colega Cee Lo Green y, acompañados de un gran coro, se metieron al público en el bolsillo con una versión un poco discotequera de Like a Prayer. Los doce minutos se pasaron volando. El show había terminado. Madonna desapareció en una columna de humo dejando la sensación de que podremos empezar a compararla con las nuevas divas del pop cuando lleguen a los 53 años como ha llegado ella: en plena forma, con sentido del humor y haciendo se su show uno de los mejores espectáculos del mundo.
El vestuario estuvo firmando por Bea Åkerlund, una reconocida estilista que ha trabajado también con Lady Gaga. Akerlund se decantó por Givenchy y para rematar el look apostó por unos pendientes que pertenecieron a Elizabeth Taylor y que Madonna compró en la última subasta de joyas de la actriz. Los pendientes, valorados en un millón de dólares, eran perfectos para la imagen de Cleopatra que daba al principio de su actuación, cuando cientos de gladiadores la rodearon para cantar Vogue.
Madonna brilló en el intermedio de la final de la Super Bowl 2012 entre los Giants y los Patriots. En un escenario de estética grecorromana, la reina del pop revalidó su título con una actuación de 12 minutos en la que repasó su discografía. Vestida con capa dorada y alada y sobre una gran carroza Madonna irrumpió en un escenario montado en tiempo récord durante el intermedio del partido de la final de la NFL entre los Giants y los Patriots, que finalmente se llevaron los Giants, a pesar de que se fueron al descanso con ventaja.
Madonna arrancó su actuación de la Super Bowl de 2012 con 'Vogue' y contó con la ayuda de los artistas del Cirque du Soleil (Circo del Sol), que le acompañaron en la mayoría de las coreografías. La capa dorada inicial fue dando paso a un traje negro de Gyvenchi, acompañado de joyas de Bvlgari. La estética del escenario y del vestuario, grecorromana, los bailes, de inspiración egipcia.
Tras 'Vogue', sonaron 'Music', 'Ray of light', 'Holiday' y la mítica 'Express Yourself'. Pero no sólo repasó temas de su discografía, sino que también aprovechó el evento para dar a conocer uno de sus nuevos temas, el 'Give me your loving', para ello cntó con la ayuda de Nicki Minaj y M.I.A Su actuación, de unos 12 minutos, culminó con el éxito de los ochenta, 'Like a prayer', junto a Cee lo Green
ElPais/ElMundo
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